Los oídos, el frío y el surf

Cuando  se acerca el frío y empezamos a sentirlo de verdad cuando estamos en el agua, conviene recordar el peligro que corre un órgano tan delicado como nuestro oído.

¿Quién no ha tenido alguna vez una infección de oídos aunque haya sido pequeña? Todos sabemos lo molesta que puede llegar a ser.

Pero una infección de oídos es lo menos que nos pueden provocar los repetidos baños en aguas frías.Una de las peores consecuencias de la exposición contínua del oído al frío en la conocida como exostosís de oido o síndrome del oído de surfista.

Esta es una enfermedad que se produce en algunas personas que están en continuo contacto con el agua fría. El agua fría estimula el crecimiento de tejido óseo del oído, lo que genera una oclusión. Las consecuencias suelen ser pérdida de audición y continuas infecciones.

Un estudio sobre 251 surfistas de California descubrió que el 86% de ellos padecían de exostosís en algún grado. Cerca de la décima parte padecían una oclusión superior al 75% en uno de sus oídos…

La única solución para este problema es la operación. Se corta la parte del hueso que ha crecido, teniendo mucho cuidado de no tocar el tímpano. Esto se solía hacer mediante una incisión en el oído, lo que llevaba postoperatorio. Ahora se ha perfeccionado la técnica y se está empezando a hacer mediante un taladro con una broca de 1 milímetro por la entrada del oído por lo que no se necesita abrir.

Cómo prevenir problemas en el oído

  • Usando tapones. Es el método más habitual y los hay de muchos tipos y precios. Se pueden comprar en la farmacia los típicos de silicona aunque suelen caerse con relativa facilidad. También los puedes encargar a medida en un centro de audición (esta opción ronda los 30 euros o más). Por último están los conocidos proplugs que se pueden comprar por internet y dices ser muy buenos. Yo aún no conozco a nadie que los haya utilicado, por lo que no puedo dar una opinión al respecto.
  • Surfmuff. Es una cinta que de neopreno que se lleva en la cabeza como una felpa y tapa los oídos. Cuestionable el grado de protección y parece bastante incómodo.
  • Gotas repelentes de agua. Me enteré de ellas porque una compañera en la piscina me lo comentó. Ahora mismo no sabría decir la marca aunque ella insiste en que le vienen muy bien.

Está claro que cada persona es un mundo y a cada uno le afecta el agua y el frío de diferente manera, pero si empezamos a tenr molestias en los oídos y suelen ser constantes deberíamos ir a un médico para descartar problemas que podrían llegar a ser graves si no andamos con cuidado.