Se acerca el veranito y quieres probar cosas nuevas. ¿Estás pensando en meterte en esto del surf? ¿Tienes claro de qué va el tema? ¿Te vendrían bien unos consejitos?
Hoy te vamos a dejar una lista de 10 tips que consideramos básicos para los que comienzan a meterse en el agua con una tabla. Esperamos que te sirvan de ayuda.
1. Plantéate empezar en una escuela de surf
Ir a una escuela o a un surfcamp a aprender te ofrece tres ventajas frente a aprender con colegas. La primera es que los monitores suelen tener más experiencia y sabrán cómo y qué enseñarte en cada momento. La segunda es que no te van a dejar solo mientras intentas ponerte de pie en tu primera espuma porque se aburren y no pueden surfear. La tercera es que te facilitarán material de modo que no vas a tener que pedir prestada a tu colega esa tabla que tanto le cuesta sacar de su casa y que no prestaría ni a su madre o pillar prestado un neopreno hecho papilla.
2. Vístete para el éxito
La temperatura del agua es un factor importantísimo a considerar para escoger tu “fondo de armario” de surfista. No será lo mismo surfear, por ejemplo en la costa ecuatorial africana donde la temperatura del agua puede llegar fácilmente a los 27 grados que surfear en las costas inglesas, donde nos encontraremos con un mar a 15 graditos.
Escoge el neopreno que te mantenga calentito y te permita moverte con facilidad.
La protección solar tampoco debes olvidártela nunca en casa. Más aún si vives en zonas muy soleadas. En Australia, por ejemplo, cuya proximidad al agujero de la capa de ozono es mayor que en otras zonas y donde el sol castiga de mala manera, se prevé que dos tercios de la población sufrirá algún tipo de cáncer de piel antes de cumplir los 70 años. Está muy de moda estar morenito pero ojo a las exposiciones prolongadas y sin protección.
La parafina (también conocida como cera) es otro elemento imprescindible para surfear, pues es el elemento que te permitirá tener la adherencia necesaria a la tabla para evitar resbalones y caídas. Dependiendo de la temperatura del agua podrás escoger aquella parafina que más se amolde a las condiciones de la playa donde vas a surfear.
Ni se te ocurra irte a surfear sin el leash o invento. Esta cable de goma te ayudará a recuperar tu tabla en caso de revolcón y evitará que se te escape y le abras la cabeza a alguien que esté compartiendo baño contigo.
3. Escoge la tabla correcta
La primera tabla suele ser como el primer coche: un modelo básico, fácil de manejar y preparado para aguantar algún que otro golpe.
Para iniciarte puedes usar una softboard. Son tablas que están hechas con foam y tienen mucha flotabilidad y son blanditas (lo agradecerás cuando te dejes la cara pegada en alguno de tus primeros wipeouts). Luego podrás escoger entre las típicas/clásicas tablas de poliéster y foam de poliuretano o las de epoxy con foam de poliestireno y resina de epoxy.
Conforme vayas cogiendo soltura y destreza serás capaz de ir escogiendo el tipo de tabla que mejor se adapte a tu surf. Podrás escoger tamaño, volumen, número y disposición de quillas, tipo de punta y cola, etc.
4. Elige un spot adecuado
El spot ideal para un principiante sería el equivalente oceánico a una piscina de niños. Orilla de arena, sin rocas o arrecifes y con bancos de arena bien marcados.
Trata de surfear al principio en la espuma, aléjate de los picos donde están los surfistas más experimentados para no “molestar” y si tienes alguna duda pregunta. Cada uno tiene su nivel y conoce sus límites. Pero en muchas ocasiones no somos conscientes de nuestras limitaciones y podemos ponermos en peligro a nosotros o a los que nos rodean.
Es también buena idea no ir solo para tener a alguien cerca por si tenemos algún tipo de percance.
5. Aprende la topografía del terreno
Conocer bien las playas de tu zona hará tus sesiones más seguras y divertidas.
Observa y trata de aprender cómo funcionan las mareas y las corrientes de cada playa. Tanto las mareas como las corrientes pueden condicionar mucho la calidad y la seguridad de tu baño.
Averigua si suele haber medusas, peces araña y demás especies “molestas” en el spot para actuar con precaución y no salir del agua rojo como un tomate e hinchado como una cebolla por culpa de alguno de estos “amigos” del mar.
Trata a la playa como si fuera tu propia casa. Nada de tirar porquerías fuera de las papeleras o de hacer el animal con el entorno natural que pueda haber cerca. Si no hay papeleras,te guardas tus porquerías y las tiras donde toca.
6. Aprende a interpretar las previsiones meteorológicas
Debes familiarizarte con los mapas y tablas de isobaras, viento y olas para poder concluir cuándo un spot puede o no funcionar. Cada spot funciona mejor con unas condiciones determinadas así que ponte a “estudiar” para conocer un poco estos modelos de previsión y así decidir cuál será el sitio que vas a visitar para surfear.
Familiarízate con términos como offshore, onshore, glassy o choppy.
7. Ponte en forma para surfear
Ponerte en forma para surfear no es como prepararte un ironman pero es algo que te va a venir muy bien para poder disfrutar de tu sesión y padecer menos en caso de condiciones adversas.
El surf es un deporte en el que se ven involucrados muchos músculos de diferentes regiones de nuestro cuerpo pero hay ciertas zonas que trabajan más que otras.
Por internet podéis encontrar muchas rutinas de entrenamiento específicas para surfear.
8. Aprende a remar antes de ponerte de pie
Aprender desde cero puede ser lento y frustrante, sobre todo si comienzas siendo ya un adulto con cierta edad.
Antes de empezar a intentar ponerte de pie practica las remadas. Haz sprints, practica a girar sobre ti mismo, a mantenerte sentado sobre la tabla. Esto te ayudará a conocer mejor tu tabla y a reconocer dónde debes ponerte a la hora de remar una ola. Tanto si remas desde muy adelante como si lo haces desde muy atrás tendrás problemas a la hora de pillar una ola.
Ten paciencia y poco a poco irás mejorando tu equilibrio y te irás haciendo con las dimensiones de tu tabla.
9. Mira bien antes de entrar
No te tires al agua a lo loco y echa siempre un vistazo a tu alrededor. Controla si hay algún tipo de embarcación o moto de agua cerca o si hay boyas, pues todo este tipo de objetos puede resultar peligroso para tu surf.
Echa un vistazo al line-up y mira por dónde rompen las olas para escoger el sitio apropiado para entrar sin molestar a la gente que ya está surfeando.
Con el tiempo y la experiencia podrás decidir qué rompiente es el que mejor te va a venir para tu surf e incluso podrás reconocer el cuerpo traslúcido de una medusa desde la ventanilla de tu coche o furgoneta.
10. Respeta las normas
Aunque el surf es un deporte individual, los surfistas son una comunidad de personas que “comparten” olas.
Aprender y respetar las “normas no escritas” es especialmente importante para los principiantes. No sólo te ayudará a prevenir accidentes sino que además estarás mostrando respeto hacia los surfistas que te rodean.
Algunas de las normas simplemente hacen referencia a ser educado. Por ejemplo, esperar tu turno en el lineup es una muestra de educación (cada vez más en desuso, por cierto).
Otras son para hacer el baño más seguro a todos. Por ejemplo, en una ola debería ir únicamente un surfista y cuando un surfista está atizándole a una ola no deberías intentar remarla para colarte en ella.